Las energías renovables son la pieza clave fundamental para combatir el cambio climático. Su desarrollo cada vez es mayor ya que es el arma elegida para llevar a cabo la transición energética y acabar con las emisiones contaminantes. Sin embargo, tienen un inconveniente que impide que su desarrollo sea mayor, y es la capacidad de almacenamiento.

El desarrollo de diferentes tecnologías de almacenamiento va a permitir que el crecimiento de las energías renovables sea mucho más exponencial de lo que lo está siendo ahora. Además, el almacenamiento va a ser lo que consiga afianzar el uso definitivo de las renovables y acelerar la transición energética.

¿Qué ventajas tiene el almacenamiento en energías renovables?

• Pone fin a la intermitencia de las energías renovables al permitir su uso en momentos en los que no se está generando o en momento de mucha demanda.
• Ayuda a nivelar las fluctuaciones de la oferta y la demanda energética y reduce la dependencia energética al poder bastecer de la energía acumulada.
• En caso de interrupciones de suministro provocadas por un accidente gracias al abastecimiento se garantiza su continuidad.
• Dan forma a una nueva industria con un futuro prometedor por delante, ya que surge una cadena de valor con muchas posibilidades en investigación, desarrollo, manufactura, instalación, etc.
• Son la mejor manera de acelerar la transición energética hacia el uso de energías renovables que no tengan emisiones contaminantes, y así avanzar en la lucha contra el cambio climático.
• La utilización de sistemas de almacenamiento tampoco genera emisiones contaminantes.
• Suponen una tecnología vital para hacer llegar la electricidad a áreas recónditas que no disponen de acceso a la red eléctrica.

El desarrollo del almacenamiento va a suponer una revolución en las energías renovables que más utilizamos como son la eólica y la solar. Incorporando tecnologías de almacenamiento conseguiremos flexibilizar el uso de las renovables para así adaptarlas a nuestras necesidades de consumo.